abril 11, 2016

Cómo renovar las juntas de los azulejos

Nuestras baldosas acusan el paso del tiempo y especialmente las juntas tienden a deteriorarse, lo que afecta de forma evidente tanto a la estética de las baldosas como a su funcionalidad, específicamente esta última en el caso de los baños, dónde unas juntas en mal estado tienden a acumular moho e incluso, si el deterioro es grande, facilitan filtraciones de agua.

Sanear y repasar las juntas de nuestras baldosas le dará un aspecto renovado a nuestro baño o cocina. Te explicamos cómo.


Limpiar y repintar las juntas

Si nuestras juntas están intactas pero con el paso del tiempo han adquirido un color "sucio" o han amarilleado, podemos repasarlas con un producto específico que les devuelve su color original.

En cualquier centro de bricolaje encontraremos una especie de rotuladores, en distintos tonos, llamados marcadores de juntas, con los que podremos devolverles su color.
Antes de aplicarlos:

Limpia bien todas las juntas dónde vayas a aplicar el renovador de juntas. Existen limpiadores específicos en spray que te ayudarán a deshacerte de la suciedad rápidamente. Si se trata de los azulejos de la ducha o bañera te recomendamos además que adquieras específicamente un producto antimoho.

Si quieres eliminar el moho de la ducha de forma casera, apunta estas soluciones:
Mezcla 1/4 de agua caliente con 3/4 de vinagre de limpieza y añade dos cucharadas de bicarbonato. Rellena una botella con spray con esta mezcla y agítala.  Rocía toda la superficie afectada por el moho y déjala actuar unos 30 minutos. Trascurrido ese tiempo frota las juntas con un cepillo para acabar de desprender el moho.
Si el moho es persistente puedes probar con agua a la que incorporarás un chorro de amoníaco y rociar la superficie, dejándolo actuar por 10 minutos. Trata de hacerlo en un espacio ventilado, ya que al amoníaco desprende un olor muy intenso.

Sanear y restaurar las juntas

Si el daño de tus juntas es evidente, existen zonas dónde se han desprendido etc. toca renovarlas por completo.

Necesitarás:
  • Una espátula
  • Masilla para juntas
  • Bayeta
Pasos

1. Elimina los restos de juntas que estén en mal estado.  Para ello hazte con una espátula y repasa con su esquina todas las juntas, quitando aquellos trozos que veas que se desprenden con facilidad.
2. Limpia bien todos los restos de masilla con un trapo húmedo para dejar toda la superficie impecable y déjalo secar.
3. Aplica la masilla reparajuntas (en el caso del cemento blanco deberás prepararla tu según las proporciones que dé el fabricante) en todos los huecos sin junta. Puedes ayudarte de la espátula para extenderla. Posteriormente, con un dedo humedecido alisa la masilla.
4. Transcurridos unos minutos (los que indique el fabricante) podrás retirar el exceso de masilla con una bayeta.

Y ¡listo! Ya tendrás tus juntas como nuevas y tu espacio renovado por completo.

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