Realizar nosotros mismos el mantenimiento de nuestro equipo de aire acondicionado nos asegurará su correcto funcionamiento y nos ahorrará dinero en reparaciones. A continuación te explicamos cómo, siguiendo unos sencillos pasos, puedes hacer tú mismo el mantenimiento de tu equipo de aire acondicionado.
Ventajas
Ahorrarás dinero: Al hacer tú mismo/a el mantenimiento te evitarás pagar por el servicio técnico.
Prolongarás la vida útil de tu equipo de aire acondicionado: Un buen mantenimiento periódico te ahorrará averías y te garantizará el perfecto estado de la máquina.
Ahorrarás energía y por tanto, dinero: Una correcta limpieza y puesta a punto de tu aire acondicionado permitirá que trabaje de la forma más eficiente ahorrándote consumos innecesarios de energía.
Pasos:
Ante de proceder con estos pasos te recomendamos que desenchufes tu aparato de aire acondicionado de la red eléctrica.
Por su ubicación es una unidad que tiende a acumular mucho polvo y residuos. Para limpiar las rejillas de la unidad exterior retira en primero lugar la carcasa exterior de la máquina (te recomendamos que consultes el manual del fabricante para saber cómo hacerlo correctamente).
Utiliza una brocha humedecida en agua con jabón para retirar con cuidado los residuos de las rejillas internas. Para aclarar los restos de jabón utiliza la brocha humedecida en agua y deja secar toda la rejilla antes de volver a montar la carcasa.
2. Limpieza de la unidad interior:
Limpiar periódicamente los filtros interiores es de suma importancia para garantizar que nuestra máquina funciona de forma eficiente y sin obstrucciones y además te evitará posibles averías.
En estos filtros se suelen acumular toda clase de impurezas del aire (humo, restos de ambientadores etc.) por lo que, además de obstruir la máquina, se pueden generar malos olores y acumular bacterias perjudiciales.
Para limpiar los filtros del aire acondicionado deberás extraerlos del Split, o, si tu aire acondicionado es por conductos, de la máquina interior que normalmente se ubica en el falso techo del baño. En el manual del fabricante podrás ver cómo retirar cómodamente la carcasa externa de la unidad y extraer los filtros.
Una vez sueltos colócalos en un lavabo, bañera o ducha y rocíalos con agua muy caliente. Colócate unos guantes y frótalos con jabón neutro. Si la obstrucción fuera especialmente persistente o de grasa puedes usar algún limpiador antigrasas específico y dejar que actúe durante unos minutos pero siempre deberás finalizar la limpieza con jabón y agua.
Es importante que durante el proceso de limpieza no utilices cepillos o estropajos fuertes que puedan dañar el material del filtro.
3. Desinfección de los filtros
Una vez aclarados los filtros y para asegurarnos de eliminar cualquier resto de bacterias, hongos etc. perjudiciales para nuestra salud como último paso te recomendamos rociarlos con algún producto desinfectante específico para aire acondicionado que puedes encontrar en cualquier almacén de bricolaje.
Otra opción más económica es que tú mismo fabriques una mezcla desinfectante compuesta de un 10% de lejía y 90% de agua que podrás pulverizar sobre los filtros.
Como último paso recuerda siempre aclarar con abundante agua y dejar secar los filtros totalmente antes de volver a colocarlos.
En el manual o página web del fabricante de tu equipo de aire acondicionado encontrarás información detallada de cómo desmontar con seguridad tus equipos para realizar el mantenimiento por lo que te recomendamos consultarla.